jueves, 28 de noviembre de 2013

Lírica: Poesía y Música

   Introducción
   Desde que tenemos conocimiento y remitiéndonos a los orígenes greco-romanos de nuestra cultura, siempre ha existido una estrecha y fructífera relación entre poesía y música: el texto en verso suena mejor y si se acompaña de música mejor todavía.
   La figura del rapsoda, juglar, verseador, …   que se acompaña de un instrumento de cuerda para recitar está en la mente de todos. En la antigua Grecia este instrumento era la lira y de ahí el nombre de este género literario-musical. El público, sea de la clase que sea valora y reconoce enormemente el mérito de estos artistas con gran capacidad de memoria y de improvisación.
   La primera obra narrativa extensa de la literatura española (escrita en castellano en lugar del latín que era la lengua culta de esa época), corresponde al cantar de gesta: “Cantar de Mío Cid” (S. XIII), escrito en verso he interpretado por juglares que deambulaban de pueblo en pueblo recitando o cantando en verso.


   Versos y rima
   Un verso es un conjunto de palabras sujetas a una medida (número de sílabas) y una rima entre ellos, así distinguimos entre:
   Rima asonante: la terminación de la última palabra de los versos es parecida pero no idéntica (se compró un camión/ y hasta allí llegó)
   Rima consonante: la terminación de la última palabra de los versos es idéntica (se compró un camión/ en una ocasión)
   Estructuras de versificación de uso común:
   Pareado: Grupo de dos versos que riman entre sí
    Esta noche tengo frío
    y por eso yo me río
    Cuarteta: Grupo de cuatro versos, donde obligatoriamente rima el segundo con el cuarto (a veces también el primero con el tercero)
    Yo no tengo quien me quiera
     ni quien por mí se preocupe
    para estar con una fiera
    cásate con Guadalupe
   Redondilla: Es un grupo de cuatro versos pero a diferencia de la cuarteta, con rima abba
   Yo no tengo quien me quiera
     ni quien por mí se preocupe
    cásate con Guadalupe
   para estar con una fiera
   Décima: Conjunto de diez versos. La décima espinela, tiene versos de ocho sílabas[1] y rima abbaaccddc

Monagas estuvo en Bana[2]  (a)
y cuando el charco pasó  (b)
vendió fruta y guataquió[3] (b)
caña en tierra cubana (a)
guayaba y piña antillana (a)
vendió buscando unos duros (c)
y después de esos apuros (c)
regresó con un tesoro (d)
además de un diente de oro (d)
media docena de puros (c)

   La décima anterior es la primera de un grupo de cuatro que compuso Yeray Rodríguez sobre el cuento de Pancho Guerra: “De cuando Pepe Monagas se vio negro en la Habana”
   En este video puedes ver la maestría de Yeray Rodríguez en el punto cubano. Puedes comprobar que en el directo cambia alguna de las palabras, aunque por supuesto no pierde la medida, la rima ni el sentido del cuento.


[1] los versos de 8 sílabas son los más usuales en la lírica popular. Cuando la última palabra del verso es aguda (acento en la última sílaba) se permite que el verso en lugar de 8 tenga 7 sílabas.
[2] A veces, de forma coloquial, se simplifica el nombre de la capital de Cuba (La Habana) de esa manera.
[3] Guataquiar es utilizar la guataca, utensilio para la agricultura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario